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Lugares turísticos de España, Francia, Italia, etc...La Selva Negra. Vida y leyenda
Artículo sobre Alemania, enviado por Alma Camacho y publicado el 29/11/2012Cuando los romanos bautizaron este extremo suroccidental de Alemania como Populus Nigra lo hicieron inspirados por un temor casi reverencial a la oscuridad que la frondosidad de montes y bosques provocaba en los caminos.
Parajes como la Selva Negra, Schwarzwald, donde luces y sombras se alían con árboles centenarios, rocas vigilantes y lagos insondables, fertilizan la imaginación y producen leyendas que se transmiten con ligeras variaciones, a través de generaciones.
Los amores entre Berthold y Eveline, la Ondina, nos harán buscar con mayor interés la laguna escondida en lo más denso del bosque donde el hijo del guardabosques de Tuttlingen descubrió a la bella criatura nocturna.
Vampiros, elfos, duendes, hadas, brujas y ogros son los pobladores ocultos de una zona que abarca unos 160 kilómetros de norte a sur y que ocupa una franja de entre 30 y 60 kilómetros.
Francia la limita por el oeste y Suiza y Austria en el sur. La característica oscuridad de estos bosques se debe a la espesura del manto vegetal que los cubre. Abetos y píceas son especies predominantes y materia prima fundamental de una activa, y al tiempo cuidadosa, industria forestal.
Desde Friburgo a Basilea se despereza un territorio en el que las viejas costumbres se conservan y custodian como la herencia valiosa que suponen y no es difícil encontrar en cualquiera de estas ciudades escaparates donde se exponen con toda naturalidad los trajes típicos que lucirán hombres y mujeres durante sus fiestas tradicionales.
La enorme abundancia de la Selva Negra incluye varios lagos, de los cuales el más visitado por los turistas quizás sea el Schluchsee, pero no es el único. La práctica y el disfrute de todo lo relacionado con el agua puede llevarse a cabo en otros como el Glaswaldsee, Mummelsee, Feldsee, Kirnbergsee o Titisee.
La creación de parques naturales ha sido el método elegido por las autoridades alemanas para garantizar la preservación de la riqueza paisajística, ecológica y cultural de la Selva Negra.
Prácticamente abarcan la totalidad de su extensión y facilitan al viajero una red de senderos excelentemente señalizados que podrás recorrer enlazando con alguna de las famosas estaciones termales alemanas, como la distinguida Baden-Baden, Bad Krozingen o Bad Bellingen.
El tránsito por estos caminos te conducirá en algún momento a conocer la arquitectura rural tradicional, muy característica debido a sus tejados largos e inclinados, en el Museo al aire Libre de la Selva Negra o Vogtsbauernhof.
No debes obviar la visita a las Cataratas de Triberg. Es una de esas visiones que dejan mudo al turista. Discurren por la ladera de la montaña y son las de mayor caída del país.
No muy lejos puede ensordecerte, no el estruendo del agua precipitándose, sino el canto de los miles de pájaros cucos presos en los relojes de Triberg, donde el arte se hace tiempo.
Desde luego no puedes abandonar la Selva Negra sin callejear por Friburgo o Baden-Baden.
Friburgo se sitúa al sur de la selva. En esta ciudad casi milenaria se respira la historia en su legado medieval. Desde la hermosa catedral gótica, nacida románica y a cuya torre los friburgueses le otorgan la categoría de más hermosa de la cristiandad, a las plazas o las puertas de acceso a la villa, todo recuerda un pasado próspero y apacible.
Baden-Baden es el prototipo de ciudad elegante y sofisticada. Famosa por la calidad de su oferta termal, no vas a poder evitar la sensación de que has vuelto a los felices y decadentes años veinte.
Temas: Triberg Baden-Baden Friburgo Selva-negra