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Lugares turísticos de España, Francia, Italia, etc...La Oktoberfest, tan tÃpica y tan universal
Artículo sobre Alemania, enviado por Alma Camacho y publicado el 31/08/2012Los muniqueses no se dejan abatir por la melancolía propia del final del verano. Para ellos, el comienzo del otoño no es sino la excusa perfecta para celebrar la mayor fiesta conocida en territorio alemán y una de las más visitadas por turistas de todo el mundo.
A partir del primer sábado después del 15 de septiembre (este año 2014 la Oktoberfest comenzará el día 20 de septiembre) busca el Prado de Teresa. Si llegas en tren te será sencillo encontrarlo, está muy cerca de la Estación Central. En este recinto, hoy dentro de los límites de la ciudad, comenzaron a reunirse en 1887 feriantes y propietarios de cervecerías. Pero la fiesta data del año 1810 y puede que la conozcas también como Fiesta de la Cerveza, aunque en su origen nada tuvo que ver con ella.
En el inicio de la Oktoberfest se encuentran los fastos organizados para celebrar los esponsales de Luis I de Baviera con Teresa de Sajonia-Altenburgo. La historia de Alemania, convulsa durante el siglo XIX, ha condicionado con sus acontecimientos (guerras y posguerras, epidemias y atentados) la continuidad en el tiempo de este monumental ejercicio de convivencia y diversión pero, afortunadamente, nada ha podido evitar que siga creciendo y concitando la presencia de millones de personas dispuestas a divertirse cada año.
El desarrollo de la Oktoberfest está lleno de hitos tradicionales que han de seguirse paso a paso y que le otorgan su genuino sabor:
La fiesta no comienza hasta que el alcalde de Munich y el Münchner Kindl llegan al Prado de Teresa encabezando el desfile.
Junto a ellos marchan, desde siempre, feriantes, comerciantes, y las bandas, con carros engalanados y cargados de cientos de barriles de cerveza.
El acto más esperado se lleva a cabo este 2014, el sábado 20 de septiembre a las doce en punto. El alcalde es el encargado de la apertura del primer barril. Al grito de Ya está hecho y con la incertidumbre de cuántos golpes harán falta para abrirlo, se da por inaugurada oficialmente la fiesta. El honor de tomar la primera jarra le corresponde al presidente del land, lo que unido a las doce salvas de cañón, dan la señal para que se comience a servir en todas la carpas.
Los organizadores del festival incluyen a lo largo de las dos semanas largas de duración del mismo (en 2014 termina el día 5 de octubre) actividades para todos los públicos. Es evidente que un gran número de asistentes lo hacen atraídos fundamentalmente por el jolgorio de las carpas donde se sirven las inmensas jarras que todos hemos visto alguna vez, portadas por asombrosas camareras bávaras capaces de cargar con un número imposible de ellas.
Pero no todo va a ser cerveza.
El traje típico bávaro encuentra aquí un extraordinario escaparate. Si quieres asistir a un multitudinario desfile y conocer las diferencias entre el traje de faena y el de gala, levántate temprano el día 21 y podrás verlos por las calles de Münich. Aunque si no estás por la labor, no te preocupes, el muniqués acostumbra a vestir el terno tradicional a lo largo de estas dos intensas semanas.
Se reservan días para los mayores, para las familias, se celebran actos religiosos, deportivos y gastronómicos en un intento de que nadie quede excluido en esta gran despedida del estío.