La República de Polonia ofrece una visión de la Europa no explotada, con su pureza todavía existente. El norte de Polonia, frente al Mar Báltico, es llano pero el país tiene también una zona montañosa capitaneada por los Cárpatos.

Polonia destaca por sus verdes prados, numerosos riachuelos, y buenas carreteras. El viaje puede iniciarse por Cracovia recorriendo su casco antiguo, bellísimo, tranquilo y seguro. Imprescindible visitar la Catedral donde se reúnen feligreses y seminaristas de todas las partes del mundo. La Plaza Central o la Universidad son lugares estupendos para conocer la vida de esta ciudad.

Varsovia por su parte es una ciudad que compagina rascacielos como los de las grandes ciudades con edificios históricos y plazas tradicionales. Es impresionante el edificio del Palacio de la Cultura y de la Ciencia en el que además, accediendo al piso 30 puedes observar una vista espectacular de la ciudad. Varsovia posee edificios muy elegantes y cuidados, avenidas donde se encuentran ubicados palacios, iglesias y edificios gubernamentales espectaculares.

Otro lugar interesante es Poznan, una urbe muy hermosa con una Plaza Mayor muy cuidada y rodeada de edificios con fachadas únicas reconstruidas tras la Segunda Guerra Mundial. Pero además esta ciudad tiene un paseo hasta una pequeña isla donde están ubicadas la Catedral e iglesias interesantes que resulta muy agradable. Por otra parte, el área de la Universidad es espectacular y tiene un hermoso mercado local.

La ciudad de Wroclaw tiene un ambiente impresionante y, aunque poco conocida, es una belleza. Destaca en Wroclaw su Plaza Mayor y la isla de la Catedral, pero es que además está plagada de pequeñas estatuas de bronce, enanitos que te sorprenden en cada rincón. Estas figuras formaban parte de un concurso temporal pero debido a su éxito se decidieron mantener las esculturas. Es imprescindible visitar la Torre de la Basílica de Santa Isabel, otorga una panorámica impresionante de la ciudad.

Auschwitz es el conocido campo de concentración existente en Polonia, puede ser visitado pero ha de advertirse que no todo viajero accede a recorrerlo porque resulta tremendamente duro palpar el horror. Ante esto, lo único que se puede decir es que, es muy personal visitar Auschwitz, es una lección de historia sí, pero de los más horrorosos acontecimientos históricos ocurridos. Ha de pensarse el asistir a esta excursión, y mucho.

Gdansk es una interesante ciudad pero además posee una maravillosa costa que atrae a muchos turistas a lo largo del año; en todas partes hay puestos de artesanía y la oferta gastronómica es muy amplia: sopa de remolacha (hojas de col rellenas de carne y arroz), rollitos de col y los pierogi (masa rellena de col y setas). La ciudad conserva varios edificios de la Edad Media, el Viejo Molino y una Grúa Medieval que impresiona. Sus calles ofrecen un paseo muy agradable y permiten observar un lugar con muchas particularidades en sus construcciones.

Saliendo de las ciudades, al sudeste de los Cárpatos, resulta magnífico admirar los paisajes del Parque Natural Pieniny con sus montañas calcáreas y las Gargantas del Dunajec. Una aventura curiosa y divertida es descender por el río Dunajec en tablas de madera llevadas por los montañeses polacos. El descenso tiene una duración de dos horas. En esta excursión se puede visitar la Iglesia de Madera de Debno y el Castillo de Nidzica, un día perfecto.

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