Sofia es la capital de Bulgaria y la tercera más antigua de Europa. Se trata de una gran ciudad que dispone una amplia red de autobuses y tranvías para desplazarse por su centro siendo, sin embargo, más sencillo para el turista moverse por la ciudad utilizando la red de metro, que dispone solamente de dos líneas.

Su centro histórico alberga edificios de gran hermosura y con mucha historia. Buen ejemplo es el edificio del Tribunal de Justicia custodiado por la figura de dos imponentes leones. Muy cerca también se encuentra la Iglesia de Nedelya y restos del yacimiento romano de Serdika. Desde aquí uno se puede dirigir hacia el boulevard María Luisa y así visitar la Iglesia de Sveta Petka Samardjilska. Se trata de una construcción peculiar medio escondida bajo tierra puesto que durante la dominación otomana la religión Ortodoxa se toleraba a condición de que las iglesias no fuesen visibles. En la misma zona se encuentra la mezquita de Banya Bashi, los  jardines de Mineral Bath y el mercado de Hali.

Hacia el otro extremo del Tribunal de Justicia se encuentra edificio de la Presidencia. Con dos guardias en su exterior y otros dos en su interior, cambian cada hora en punto sus posiciones. A su lado se aparece el Museo Arqueológico y la Galería Nacional de Arte. Además se puede visitar una parte de forma gratuita donde es habitual ver exposiciones fotográficas. No muy lejos se encuentra también el Museo de Ciencias en cuya primera planta se pueden descubrir un sinfín de piedras catalogadas, mientras que el resto del museo está reservado a una amplia variedad de animales.

La iglesia rusa Svetia Nikolai es otra visita más que recomendable puesto que, a pesar de ser pequeñita, destaca por los vivos dorados y verdes con los que se viste. Su hermana mayor es la Catedral de Alexander Nevski, construida en honor a los rusos caídos por la liberación de Bulgaria del Imperio turco. Se trata del edificio más importante de Sofia que destaca por su tamaño y por sus numerosas cúpulas verdes y doradas. En su interior las paredes están cubiertas de interesantes pinturas. Además en su cripta se encuentra una galería de arte antiguo búlgaro, considerada por muchos como la mejor colección de iconos ortodoxos del mundo. Junto a la catedral se puede visitar uno de los variados mercados de Bulgaria con monedas, antiguas cámaras de fotos y pintores dispuestos a retratarte con la bella catedral de fondo.

Una escapada que sin duda se debe hacer una vez uno se encuentra en Sofia es la visita del Monasterio de Rila. Ubicado en las Montañas Rila, unos 120 kilómetros de la capital,  está conectado a través de transporte público. Varios autobuses hacen este recorrido saliendo de la estación de Ovcha Kupel. El Monasterio, al igual que la catedral de Alexander Nevski, está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y es también un ejemplo arquitectónico característico de la Resistencia Búlgara del siglo XVIII al siglo XIX. Hermosísimo por sus formas y su colorido el enclave montañoso en el que se encuentra no hace más que realzar su original diseño.

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