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Relatos de viajes por España, Francia, Italia, etc...Viaje a la Alemania romántica
Enviado por Javier, el 01/09/2011Día 4: Heidelberg - Rothemburg Ob Der Tauber - Heidelberg
Resumen del día. Valoración de los lugares visitados ese día.
Realmente, en ciudades como Heidelberg, una vez que has visto lo más bonito de su casco antiguo, te has tomado un café en una plaza céntrica, has entrado en las iglesias más importantes, y te la has pateado de una punta a otra, resulta un poco repetitivo pasar un segundo día haciendo lo mismo, así que cogimos el coche y nos fuimos en dirección a Rothemburg Ob Der Tauber, pequeño pueblecito al borde de la selva negra que nos habían recomendado diversas fuentes. Estaba a 170 kms, pero por estas autopistas se pasan en un momento. Una vez que llegamos a Rothemburg, nos encontramos una ciudad amurallada en su casco histórico y sin acceso para los coches, por lo que tuvimos que dejar el coche fuera. Subimos al campanario del Ayuntamiento, ofreciéndonos una vista espectacular de toda la muralla y del resto de edificios históricos. Había mucho turismo. No obstante, Rothemburg es un lugar plagado de tiendas de souvenirs y de pastelerías, donde venden unas bolas de chocolate (y distintos rellenos) realmente espectaculares. Almorzamos en un restaurante de la plaza del Ayuntamiento, tomando ricamente el sol en su terraza, después de haber visto la famosa plaza Ploenlein, una de las estampas medievales más bonitas de Alemania, con la torre Siebers, de 1385, a su espalda. Después seguimos paseando, y fuimos a la famosísima tienda de adornos navideños de Käthe Wohlfahrt, donde espectaculares adornos, figuras, belenes, misterios, etc...se combinan en una tienda especialmente recreada con ambiente navideño. Esta tienda está abierta todo el año (bueno, creo que en enero cierran) y, aunque tiene sucursales repartidas por todo el pais, la de Rothemburg es la más espectacular. Cuando llegaron las 6 de la tarde, la ciudad se quedó un poco desierta, por lo que cogimos el camino hacia Heidelberg. Tuvimos una pequeña anécdota porque no llevábamos mapa, el GPS se quedó sin batería y era de noche, por lo que tuvimos que estar especialmente atentos a los letreros en alemán para hacer el camino de vuelta. Antes de llegar al hotel, subimos al castillo de Heidelberg, que nos ofreció una bonita vista de la ciudad, aunque éste estaba cerrado ya por la noche, y con una iluminación parcial, por lo que las vistas del castillo iluminado tampoco eran especialmente espectaculares.
Alojamiento en esa noche
Dormimos en el mismo hotel de la noche anterior, el Goldene Rose de Heidelberg.