Madeira es un archipiélago perteneciente a Portugal cercano a las islas Canarias. Sus islas están ubicadas en el Océano Atlántico y resultan asombrosas por sus impresionantes acantilados que contrastan con sus profundos valles donde el verde es espectacular. Madeira, la isla más grande, es volcánica y fértil, con un clima suave y templado que hace de estas tierras un lugar paradisiaco.

Si lo que quieres es descansar, pasear, practicar submarinismo, pesca deportiva o ala delta, éste es el lugar.

Funchal es la capital y uno de los lugares más importantes de la isla, no sólo porque es el centro más comercial y gubernamental sino también porque goza de una ubicación imponente, pues está enclavada en un anfiteatro formado por las montañas que se alzan a su alrededor.

Posee además un bello paseo marítimo que es imprescindible recorrer. Aquí nos encontramos pequeños cafés a la orilla del mar, un agradable puerto donde atracan grandes cruceros y de noche, músicos tradicionales que amenizan la vida de esta tranquila ciudad.

Entre los monumentos a visitar destaca la Catedral Sé, de estilo gótico, con tres naves y un cuerpo central; también hay otras iglesias como la de Sao Joao Evangelista, Sao Pedro, Santa Clara y la capilla de Santa Catarina, cada uno de estos lugares tiene su encanto particular.

En el paseo por la ciudad hallaremos gran variedad de fuentes y estatuas y, el jardín botánico, recomendable por la gran variedad de plantas que posee.

El Parque do Monte, ya fuera de la ciudad, es un interesante lugar al que se aconseja subir en teleférico para después bajar en carritos de cesto que descienden en dirección Funchal y que permiten ver toda la isla guiados por dos hombres vestidos con los trajes típicos que manejan el carro con cuerda y frenan con la suela de sus zapatos; resulta curioso y divertido.

En el interior de la isla existen localidades y paisajes muy hermosos también. Un lugar interesante es el Pico Arriero, uno de los emplazamientos más altos de la isla, situado a 1.181 metros de altitud, con un clima bastante más frío de modo que ha de llevarse algo de abrigo al visitarlo. Aquí hay un mirador desde donde se divisan las montañas que frecuentemente se encuentran cubiertas por una capa blanca de nieve y, al mirar hacia abajo, parece que uno está por encima de las nubes.

Madeira posee además un número de pequeños pueblecitos que destacan por diversas curiosidades como por ejemplo, Terreiro da Luta, en donde se encuentra una gran estatua en honor a Nossa Señora da Paz, figura con una altura de 5,5 metros y elaborada en mármol; alrededor de ella hay un gigantesco rosario también de unas proporciones impresionantes.

El norte de la isla es el área más lluviosa pero también y como consecuencia de este clima, es la zona que más destaca por la frondosidad de sus bosques y por sus paisajes de cuento.

En el este de la isla se aconseja visitar Laurissilva, un bosque protegido pero sobre todo un lugar muy especial con lugares impresionantes y con mucho encanto.

Porto Santo, es otra isla que posee una enorme playa de arena de ocho kilómetros, cubierta de bares, restaurantes y campo de golf pero, al ser una de las pocas playas de arena que existen en las islas ya que la gran mayoría son playas con rocas grandes, suele estar bastante saturada de gente.

Temas: Madeira acantilados paisajes Funchal