Entre Europa y Asia se encuentra Azerbaiyán con sus playas sobre el mar Caspio y sus montañas en el Cáucaso, entre las que destaca el monte Bazardüzü como punto más elevado para retar a los montañistas más intrépidos. Azerbaiyán ofrece al viajero un entorno diferente en el que también abundan las superficies boscosas. Diferentes civilizaciones poblaron estas tierras dejando en ellas vestigios de lo más variados.

La amurallada capital del país, Bakú, esconde verdaderos tesoros arquitectónicos. En la ciudad vieja, tal y como es conocido el centro de Bakú, se puede visitar uno de los más preciados: la Torre de la Doncella o Qiz Dalasi. Esta torre es uno de los emblemas de Azerbaiyán. Se sitúa al este de la capital, rodeada de jardines públicos, y muy cerca del mar Caspio. De origen persa y formada por ocho pisos cilíndricos, la construcción fue realizada en dos épocas diferentes. Se estima que la parte más antigua data de cerca de mil quinientos años atrás mientras que la más reciente fue construida en el siglo XII. Estrechas ventanas dan luz al interior que en su día fue un observatorio astronómico y hoy un museo. Las vistas a la ciudad y a la bahía desde los pisos más altos de esta torre son todo un espectáculo.

Otro monumento de gran importancia en Bakú es el palacio Shirvanshahs del siglo XV. El complejo, situado igualmente en la zona vieja está compuesto por el pabellón Divankhana, la tumba de Shirvan y de Seyid Yahya Bakuvi, la puerta del Murad y las ruinas de la casa de baño del palacio y las mezquitas de Shah y Keyqubad. Además de las dos construcciones señaladas se recomienda el paseo por sus calles empedradas para descubrir así obras arquitectónicas que evidencian la presencia en la ciudad de poblaciones muy distintas como el minarete Synyg Gala o los baños  Hajji Gayyib y Baño Gasimbey. Fuera de la muralla se erigen modernos edificios que rodean una de las bahías del mar Caspio.

En las afueras de Bakú, a unos 64 kilómetros, se encuentra la Reserva Estatal de Gobustán, monumento histórico formado por llamativas pinturas rupestres. Más de 600.000 pinturas se reparten por los conjuntos rocosos de este parque arqueológico. La antigüedad de las pinturas oscila entre los 20.000 y 5.000 años y en ellas se representan  interesantes escenas de caza y pesca. Además, en Gobustán se encuentran también abundantes y llamativos volcanes de lodo, famosos por sus propiedades medicinales.

La segunda ciudad más grande del país es Ganja, situada al oeste de la República y fundada a las orillas del río Ganja Chay. En este lugar se pueden visitar hasta ocho lagos de montaña cuya belleza paisajística es enorme. Los lagos en cuestión son: el Lago GEK-Gel, Lago Zaligehlyu Lago Aggel, Lago Ordek-Gel, Lago Maral-Gel, Lago Dzheran-Gel, Lago Garagel y el Lago Samlygel. Además en Ganja se pueden visitar mezquitas como la de Shakh Abbas o la de Juma, así como el mausoleo de Nezami Ganjavi entre otros sitios de interés. También la ciudad de Lankaran ofrece al turista interesantes rincones. En ella se pueden visitar dos grandes mezquitas, una iglesia ortodoxa rusa, varios museos y los baños públicos de Hamamlar. Es muy reputada también la cárcel de Lankaran, en la que por un tiempo estuvo Stalin, y el faro de Mayak.

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