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Viaje a Eslovenia y Venecia

Enviado por Javier, el 17/11/2011


Día 2: Pirán – cueva de Postojna – cueva de Sjockan – Ljubljana

Resumen del día. Valoración de los lugares visitados ese día.

El segundo día salimos temprano porque queríamos ver muchas cosas y, aunque la salida de Pirán se hizo un poco lenta por el tema del traslado de maletas, el autobús y el parking, a las 9:30 ya estábamos fuera del pueblo para coger la autopista dirección Ljubljana. El paisaje hasta el momento era un poco decepcionante. Habíamos oído mucho acerca de los verdes paisajes y los bosques eslovenos, pero nos encontrábamos con bosque mediterráneo y mucho matorral. Aproximadamente a las 10:15 llegamos a la región del Karst, y en primer lugar a las cuevas Skocjan. Las visitas en octubre eran a las 10:00, 13:00 y 15:30, por lo que llegamos tarde, así que seguimos unos 30 kilómetros hacia la cueva de Postojna.

La cueva de Postojna es una monstruosidad por sus dimensiones. Al entrar (entrada muy cara, 22 euros), te montas en un tren, que te lleva 2 kms montaña adentro  a bastante velocidad. Una vez te bajas del tren, un guía lleva en una visita guiada (en 4 idiomas: inglés, alemán, esloveno e italiano) durante 1 kilómetro por una sucesión de cavidades que, por su perfección, parecen esculpidas por el ser humano y, finalmente, se realiza el recorrido de vuelta en tren. Nos gustó mucho, aunque nos dio la sensación de estar un poco en un parque de atracciones (el tren, la foto que te hacen, los souvenirs, la cantidad de turismo….). Salimos de la cueva y nos dirigimos hacia el castillo de Predjama, que está situado a unos 9 kms. Es un castillo literalmente incrustado en una roca, y se visita por dentro, aunque como íbamos un poco justos de tiempo nos quedamos en una vista desde fuera (muy bonito).

El Castillo de Predjama
El Castillo de Predjama

Después cogimos la autopista y volvimos hacia atrás dirección a la cueva de Sjockan. Entramos en la visita de las 15:30. Esta cueva es totalmente diferente a la anterior. Debido a la composición kárstica del terreno, el río Reka penetra en la montaña, y ha creado un cañón subterráneo por el que circula el río, con más de 100 metros de profundidad. A nosotros nos pareció más espectacular que la de Postojna, menos turística, más auténtica, diferente a todas las que habíamos visto en España, y muy bien explicado en inglés por la guía que nos conducía a través de la ruta. La visita recorría 3 kilómetros a pie, de los que 600 metros se hacen por el exterior. Esta cueva es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y, a nuestro gusto, lo merece totalmente. Y eso que había llovido poco en el último mes, porque con el río con caudal la impresión debe ser brutal.

Salida de la cueva de Skocjan 
Salida de la cueva de Skocjan 

A las 17:30 volvimos a la autopista, y una media hora después llegamos a Ljubljana. El hotel que habíamos elegido se llamaba Galeria Rooms, pero cuando el GPS nos llevó hasta allí no encontramos ningún hotel. Sin embargo, nos bajamos, y en un edificio antiguo nos encontramos que era la primera planta, y que no era propiamente un hotel sino unas habitaciones de alquiler en un edificio de Ljubljana.

Soltamos las maletas y nos dimos un paseo por Ljubljana, y ya pudimos comprobar (de noche) que Ljubljana es una ciudad manejable, cómoda y bonita.

El día siguiente íbamos a tener todo el día para descubrirla a fondo.

Por cierto, el paisaje ya ha cambiado, en apenas 50 kilómetros se ha transformado en verde, montañoso y precioso.

Alojamiento en esa noche

Galería Rooms. Es una primera planta de un edificio antiguo de Ljubljana, muy cerca del centro (sólo 4 habitaciones). Si esperas un hotel con salones, servicio de comedor, recepcionistas y demás, no es una elección adecuada. Pero si lo que buscas es limpieza, situación y comodidad y te encuentras una habitación amplia y limpia, un buen cuarto de baño, una televisión plana de al menos 50 pulgadas, un matrimonio que gestiona el hotel volcado a darte información, plaza de aparcamiento donde todo alrededor es zona azul, una situación excelente para ver la ciudad, y a un precio mucho mejor que la mayoría de los hoteles, entonces se puede ver como una elección fantástica. Nosotros, desde luego, lo recomendaríamos totalmente, aunque no tenga servicio de desayunos ni recepción 24 horas (nos daban el juego de llaves completo de puertas exteriores y de la habitación). Wifi gratis en la habitación.